Era previsible que si metes a una reportera como Marta Simonet, en un grupo de gente que acaba de ganar una Champios y están más borrachos que unas cucarachas, nada bueno la podía pasar. Y así fué. Mirad como este desgraciado la manoseaba las nalgas.
(Menuda cara de felicidad!!; Y que cara más dura!!)
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