Las campañas de desprestigio existen desde que la prensa es prensa. Lo que posiblemente no había existido en toda la historia del periodismo contemporáneo es un director de periódico tan poco dotado para la sutileza. Eduardo Inda es un predicador de trazo grueso, un consumado especialista de lo burdo. Todo se soluciona con un fotón de Pellegrini a todo trapo. Sólo le ha faltado titular: “Pellegrini robó la Décima”.
Hoy, en su último esperpento audiovisual, Inda comparece “como había prometido” para autoimponerse una medalla bajo la musiquilla de “Yo ya lo avisé”:
Nada le gusta más a uno que acabar teniendo razón. nada me hubiera gustado más que equivocarme en el diagnóstico que hice sobre Manuel pellegrini. Tras el Alcorconazo, que quedará grabado en la historia negra del madridismo, yo señalé que Manuel Pellegrini no estaba capacitado para entrenar al Real Madrid, porque no se puede perder contra un Segunda B y encima haciendo el ridículo.
Son los modos de alguien que escribe o cree escribir para tarugos. La masa es manipulable, pero la gente no es tonta. Pregunta en una encuesta Marca.com si Pellegrini debe ser destituido y sólo un tercio de los lectores se muestra partidario. Todo eso en caliente, después de una eliminación dolorosísima. En cambio, el foro que acompaña a la encuesta es un hervidero pidiendo la cabeza de… Eduardo Inda. El director de Marca y las votaciones no se llevan bien. De hecho, su videoblog, que nunca ha admitido comentarios, ya tampoco admite votaciones. Cuando esto era posible, los porcentajes de votos negativos alcanzaban el 95%. El equivalente periodístico del mencionado Alcorconazo, evidente sinónimo de hacer constantemente el ridículo
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